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Múnich

Si viaja a esta ciudad, es imposible no hacer una recorrida por Marienplatz, el centro neurálgico, siempre atestado de turistas. El mejor plan: sentarse en la terraza de alguno de los bares de la plaza y, cerveza en mano, disfrutar de la vista de uno de los espacios más famosos. Y si de fama hablamos, el Jardín Inglés es el parque más extenso de la ciudad, donde los residentes y turistas se unen para disfrutar de las arboledas y los senderos, y para apreciar a los surfistas bailar sobre las olas.

A los pies de los Alpes alemanes, este castillo es digno de conocer aunque el viaje tome dos horas. En su recorrido por esta obra maestra neorromántica del siglo XIX, le contarán la historia de la construcción y, luego, podrá continuar explorando su lujoso interior. Como no puede ser de otra manera, si pisa Alemania, la historia nazi será uno de los relatos más oídos. A las afueras de la ciudad de Dachau, visite el monumento conmemorativo al primer campo de concentración de esa zona durante el Holocausto.